Como ya hemos planteado, un catálogo es una pieza gráfica que implica muchos pasos, desde su diseño hasta su impresión final. Las etapas que se presentan aquí constituyen el proceso total que supone la realización de un catálogo, la impresión de un catálogo, entre otros pasos. Con esta información se podrá saber todo lo necesario para obtener una pieza de calidad.
En primer lugar es necesario que se le indique al diseñador cuál es el objetivo del catálogo, qué imagen busca dar, qué mensaje quiere comunicar y qué estilo desea para la pieza al momento de la impresión.
Luego, se define el target al que se dirigirá la publicación, es decir, si se tratará de un catálogo orientado a consumidores comunes o a otras empresas. Delimitar claramente el público teniendo en cuenta sus características sociales, culturales y económicas permite emplear una gráfica y un lenguaje adecuados. Además, de ello depende, por ejemplo, la cantidad de productos que se mostrarán en cada página (los catálogos orientados a compañías suelen presentar más artículos). La impresión de catálogos es un proceso en el que imprentas en el DF suelen tener más claro su objetivo.
Se debe establecer con anticipación la cotización de imprenta con el que se cuenta para el diseño, la impresión del catálogo y la distribución, ya que las características del catálogo dependerán en gran medida de él.
Hay que definir el número de páginas que tendrá la impresión del catálogo, el tipo y gramaje del papel, así como la cantidad de colores a utilizar y el formato de la pieza.
También hay que tener en cuenta los tiempos estimativos que implican el diseño y la impresión del catálogo.
Se realiza una lista completa de los productos que se van a mostrar en el catálogo. Después se les clasifica en distintas categorías.
Es muy importante que cada producto tenga una descripción breve (con el nombre, las características, el precio, el código, etc.). Imprentas en publicidad, realizan los textos para los catálogos técnicos más sintéticos.
Se realiza una formación general de todas las páginas, con los aspectos gráficos en común. También se seleccionan las tipografías que se emplearán.
Posteriormente, se diseñan las páginas específicamente, es decir, con un diseño particular según cada categoría del producto.
Se calcula cuál será la distribución aproximada de los elementos fotográficos.
Existen distintas posibilidades en cuanto a las imágenes de productos que se incluirán en la impresión de catálogos: pueden ser fotografías, ilustraciones o rendereos.
Se lleva a cabo el diseño de la tapa y de la contratapa. La tapa, además de presentar el nombre de la compañía, puede incluir o no imágenes de los productos, y debe ser llamativa para atrapar la atención de los clientes.
Se realiza entonces la disposición final de todos los elementos. Se elige poner o no las fotografías sobre fondos. La distribución de los elementos debe ser clara, dejando espacios en blanco que faciliten la lectura del catálogo.
Una vez que se ha finalizado la etapa de diseño del catálogo éste se envía a la imprenta. Debe elegirse con anticipación el lugar en el que se realizará la impresión del catálogo, para, por un lado saber desde el principio la cotización de la impreta y el modo de trabajo, y también para que la imprenta esté lista (que la imprenta disponga, por ejemplo, de la cantidad suficiente de papel) para cuando se vaya a realizar la impresión de los catálogos. El diseñador es la persona adecuada para recomendar imprentas.
Cuando la impresión de los catálogos haya concluido se procede a distribuirlos. Para realizar una distribución rápida y efectiva es necesario que los proveedores de imprenta tengan preparada con anticipación la lista de personas a quienes se enviarán los catálogos, o la presentación comercial en la que se los entregarán en mano.
Surtigraf te invita a realizar todo tipo de impresiones en grandes cantidades, ya sea impresión de revistas, impresión de folletos o impresión de catálogos.